Order occupied a central role in how the ancients understood the world. Violence against animals in the ancient world was acceptable depending, at least in part, on how they were classified into the order-disorder spectrum. Animals that were seen as threatening to order were classified as more wild and disorderly, even if the animals were seen as able to form contracts. Animals employed in some manner beneficial to humans, though, were seen as more orderly. Ultimately, if violence was necessary for the preservation of order, especially if the goal was to keep animals in a state of usefulness, it was employed. Lastly, arguments that promote kindness towards animals highlight that this kindness is, in some indirect way, to preserve order.El concepto de orden ocupa un lugar central en la concepción del mundo por parte de los antiguos. La violencia contra los animales en la Antigüedad se aceptó, dependiendo -al menos parcialmente-, de la consideración de los mismos en el espectro orden-desorden. Los animales que fueron vistos como una amenaza para el mantenimiento del orden por lo que fueron clasificados como salvajes y fuera del orden, incluso aunque los animales fueran considerados como capaces de establecer vínculos contractuales. Los animales utilizados como útiles para los seres humanos, sin embargo, fueron considerados como más ordenados. En última instancia, si la violencia era necesaria para el mantenimiento del orden, sobre todo si el objetivo era mantener a los animales en un estado de utilidad, no se dudó en emplearla. Por último, los argumentos que promueven la bondad hacia los animales destacan que esta bondad sirve, de alguna manera indirecta, para preservar el orden.

Universitat Autònoma de Barcelona