This article focuses its analysis on the rational nature of philosophy and its importance in the understanding and justifying human rights. In this context, the author discusses the search for definitive solutions in philosophy, its distinction from science, and the role of evidence and logical deduction in knowledge foundation. He also addresses the complexity of normative and propositional evidence and their implications for the human rights grounding . The article continues with an examination on this topic, and distinguishes between absolute and relative grounding. Given that an absolute grounding is unlikely due to the less universal nature of normative evidence, as opposed to propositional evidence, it proposes a relative grounding, based on the hypothesis of rational behavior, where respect for freedom and rights arises from the necessity of non-arbitrary behavior in society. Finally, the article concludes that a rational approach to human rights is compelling and crucial for harmonious social coexistence, although it is challenging to achieve an absolute foundation.El presente artículo centra su análisis en la naturaleza racional de la filosofía y su importancia en la comprensión y justificación de los derechos humanos. En ese marco, el autor discute la búsqueda de soluciones definitivas en la filosofía, su distinción con la ciencia, y el papel de la evidencia y la deducción lógica en la fundamentación del conocimiento. Asimismo, aborda la complejidad de la evidencia normativa y proposicional y sus implicaciones en el fundamento de los derechos humanos. El artículo continúa con una discusión sobre ello y distingue entre una fundamentación absoluta y relativa. Dado que la relativa es improbable por la naturaleza menos universal de la evidencia normativa, en contraposición con la evidencia proposicional, se propone una fundamentación relativa, basada en la hipótesis del comportamiento racional, donde el respeto a la libertad y los derechos surge de la necesidad de un comportamientos no arbitrarios en la sociedad. Finalmente, el autor concluye que una aproximación racional a los derechos humanos es convincente y crucial para una convivencia social armoniosa, a pesar de que sea desafiante lograr una fundamentación absoluta.

Pontificia Universidad Católica del Perú