This paper develops the importance of the delimitation of the point of beginning of the terrestrial border to define the maritime borders; in addition, it determines the location of this point in the case of the border between Peru and Chile, which, in turn, initiates the maritime border of the same. In this sense, the author develops, first, the analysis of the Treaty and Supplementary Protocol to resolve the issue of Tacna and Arica of 1929 and the demarcation made by the Mixed Boundary Commission between Peru and Chile in 1930. two ideas conclude: i) in the face of disagreements between the delegates of both countries during the demarcation, it is the governments of both States that directly solve these discrepancies and ii) according to the treaty of 1929 and the demarcation made in 1930, it is the Concordia which starts the land border. Secondly, it analyzes the Chilean position with respect to the Treaty and Complementary Protocol to resolve the issue of Tacna and Arica, specifically, the position it adopts since 2001 regarding the beginning of the land border. Indeed, Chile, since 2001, claims that the beginning of the land boundary is Milestone No. 1. It is necessary to mention that this new position contradicts the principles of international law, such as the principle pacta sunt servanda, the principle of good faith, among others. In the third place, the author establishes the consequences of the Chilean thesis, since this generates legal as well as geographical absurdities, such as the formation of a "dry coast". Finally, the starting point of the land border between Peru and Chile is established, which is followed by the Treaty to resolve the issue of Tacna and Arica, and what is its relevance in the delimitation of the maritime border of those countries.El presente trabajo desarrolla la importancia de la delimitación del punto de inicio de la frontera terrestre para la definir las fronteras marítimas; además, determina la ubicación de este punto en el caso de la frontera entre Perú y Chile, el cual, a su vez, da inicio a la frontera marítima de los mismos. En tal sentido, el autor desarrolla, en primer lugar, el análisis del Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de Tacna y Arica de 1929 y el de la demarcación realizada por la Comisión Mixta de Límites entre el Perú y Chile en 1930. Se concluyen dos ideas: i) ante los desacuerdos entre los delegados de ambos países durante la demarcación, son los gobiernos de ambos Estados quienes solucionan de manera directa estas discrepancias y ii) según el tratado de 1929 y la demarcación realizada en 1930, es el punto Concordia el que da inicio a la frontera terrestre. En segundo lugar, analiza la postura chilena con respeto al Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de Tacna y Arica, en específico, la posición que adopta desde el 2001 respecto al inicio de la frontera terrestre. En efecto, Chile, desde 2001, alega que el inicio de la frontera terrestre es el Hito N° 1. Es necesario mencionar que esta nueva postura contradice los principios del derecho internacional, tales como, el principio pacta sunt servanda, el principio de la buena fe, entre otros. En tercer lugar, el autor establece cuales son las consecuencias de la tesis chilena, pues esta genera absurdos tanto jurídicos, como geográficos, como es el caso de la formación de una «costa seca». Finalmente, se establece el punto de inicio de la frontera terrestre entre Perú y Chile, el cual se sigue del Tratado para resolver la cuestión de Tacna y Arica, y cuál es su relevancia en la delimitación de la frontera marítima de dichos países.

Pontificia Universidad Católica del Perú